Diciembre se alegra con las posadas llenas de tradición, cantos y diversión.
Las noches decembrinas son una tradición muy mexicana, en las calles se escucha el tronar de los fuegos pirotécnicos, se encienden las luces de bengala que limuninan las sonrisas y se percibe el aroma a Ponche que decora el aire de la verbena popular.
Este mosaico de momentos se matiza con cantos e inicia el peregrinar para pedir posada.
“En nombre del cielo,
yo pido posada,
pues no puede andar,
mi esposa amada.”